viernes, 30 de agosto de 2019



LOS TIEMPOS  DE LA VIDA

 Muchos se han preguntado: ¿La Vida es realmente corta o larga?  Muchos seres humanos a los que Dios les ha permitido existir, han tenido esta <<Disertación>> en su mente durante muchos años sin poder responderla. Pareciera que hay vidas cortas y vidas largas— si sacamos la cuenta en base a la cantidad de años que nuestro corazón está latiendo, para quien logra llegar a la ancianidad, observaría lo rápido que ha pasado su existencia, además que concluye que ¡La vida es una lotería…!  
 Hay vidas para quien llega a “cuna de oro” o como nuestro señor Jesucristo a un “humilde portal”. También hay quien inicia su existencia en tiempos de paz o de guerra, en momentos de bonanzas o crisis económicas, en familias con valores o en entornos hereditarios conflictivos. También es un factor fundamental si se nace en una familia en el campo o en una gran ciudad, y muchas otras variables…—Todo ello quizás nos lleva a tener diferentes destinos…sobre todo para hacer ¡el bien o el mal! a nuestra existencia o a los que nos rodean.  

 Rey, emperador, príncipe, faraón, marajá, emir, sultán, zar, jeque, shah, califa. —No importa el título nobiliario—, más temprano que tarde, el heredero tomará el poder del Imperio.  Ni los Reyes del legado monárquico más importante de la historia han podido cambiar esa cruda realidad. —¡Hasta el Rey León tuvo en Simba el sucesor para su dinastía!

 “La vida es un suspiro que se lleva el viento”. —Naces, creces, reproduces, envejeces y mueres... —Prenatales, infantes, adolescentes, jóvenes-adultos tempranos, adultos, adultos mayores o ancianos. Etapa tras etapa, ¡la vida pasa en un 2 x 3!, muchas veces sin que nos demos cuenta.  Dios nos ha dado el “tiempo”, el complejo <<libre albedrío>> y nos ha permitido elegirlo, invertirlo, consumirlo y hasta a veces desperdiciarlo, para transitar muchas actividades en durante nuestra existencia.

 Nuestro planeta tierra se estima posee 4.600.000.000 años. ¿Qué significan 80 o 90s en la esperanza vida de un ser humano respecto esa cifra tan gigantesca?
 Como se conoce, nuestra vida es concebida en el útero de la mujer, lo que es conocido como etapa prenatal o “in utero”, cuando durante 9 meses se desarrollan los rasgos humanos y se reciben los primeros estímulos de la futura vida. —Es la primera etapa del desarrollo humano, la cual ocurre en el vientre materno, período que se conoce como embarazo, y el mismo transcurre desde la concepción, hasta la formación del nuevo ser y el alumbramiento.

 De Infante, quien no se acuerda de los momentos cuando se juegan los mil y un divertidos inventos del ser humano, que generación tras generación llegan para distraer, formar, reconfortar y hasta hacer compañía en los momentos de soledad y aburrimiento. De esta etapa temprana de la vida, inclusive en la primera infancia (durante los primeros 4 a 5 años), solo se guardan vagos recuerdos. Muchos de ellos tan solo fotográficos, de algún evento especial que ocurrió durante los primeros 60 meses de nacidos.  —Luego de esas edades inmemorables, durante la infancia (entre los 6 y los 11 años) se logran cuajar los recuerdos que normalmente comienzan con la entrada a la educación preescolar. Se empieza a conocer la vida, a identificar a mamá, papá y hermanos, —a tener amiguitos o amiguitas—, a querer a los maestros, a defender a “compinches”, “parcelitas” y juguetes. A comprender el significado de la familia, ¡de lo bueno y lo malo! y de los valores que empiezan a inculcar los padres y maestros, a compartir con los hermanos las tareas del hogar. ¡A los infantes los días le pasan muy rápidos y los años muy lentos!, —cada año en la vida significa un gran porcentaje de la existencia hasta ese momento. Un psicólogo de renombre como Jean Piaget afirmaba que: “en esta edad se marca el subconsciente para gran parte de tu vida”, sobre todo por el amor que se reciba durante la crianza.

 De adolescente o “teen” (entre los 12 a los 17 años), prácticamente se toma conciencia de esta etapa cuando se está terminando. La rivalidad y la demostración de los liderazgos hace que se cambien los juegos, (según, muchos de ellos vergonzosos, ridículos e infantiles), por actividades más atrevidas, riesgosas, bailables, desconocidas, para poder demostrar la valentía, gallardía y/o añadir la adrenalina o coquetería recién descubierta en la vida. ¿Quién no recuerda los momentos bonitos cuando llegó Cupido a cada vida y atravesó con fuerza la primera flecha?  ¿Quién no recuerda a su primer amor? que puso a latir el pecho a 150 pulsaciones por minuto, ¿hay alguien que no recuerde el rompimiento con una novia o novio muy especial, que en algunos casos generó momentos de depresión en la mente…? Esta etapa de la vida también hace dilucidar las posibles alternativas del destino profesional, —para llegar a elegir una carrera profesional que permita ganar la independencia individual—, para sustentarse cada quien por sí mismo y a la futura familia. En muchas oportunidades se reciben de los padres el refrán: “El que no oye consejos no llega a viejo” al cual muchas veces se ignora erróneamente…

 Es la etapa más corta, ¡pero la que más huella deja en la vida!, —pues en base a esta etapa se proyecta, o se escoge el camino correcto o el equivocado y luego es muy difícil de salirse si se elige el erróneo. Parece que nunca va a terminar a pesar que es la etapa con menos años para disfrutarla. Hace menos de un siglo, ¡un adolescente de 15 años era un hombre o mujer!, hoy observamos adolescentes de 25 años. —Casi nunca los adolescentes legalmente son ¡responsables de sus actos!  En la adolescencia no todas las creencias adquiridas son de la persona, sino que las adoptó en el colegio, o con sus padres, hermanos, primos o amigos.

  Luego de estos momentos, —y a veces sin saberlo, se llega a la juventud-adultos tempranos (de los 18 y hasta los 25 años), cuando la vida exige a muchos seres humanos como algo principal, el momento de tomar decisiones definitivas de gran trascendencia sobre la orientación, que se deben seguir en la vida educacional para lograr los destinos profesionales. Hay muchas personas quienes no reciben la debida asesoría para conocer exactamente la carrera profesional a seguir y como consecuencia de ello pierden tiempos de su vida al no concluir una carrera universitaria, normalmente por falta de motivación. Hay también los que por distintas razones no pudieron terminar sus estudios de secundaria y no lograron la llegada a los estudios superiores. En la etapa de la juventud que la podemos también llamar adulto temprano, a veces el joven está más confundido que el propio adolescente, pero a diferencia de estos, ¡si son responsables ante la ley  de sus actos! Normalmente se sale muy extraviado de la educación media, y muy frecuentemente se dejan influenciar y confían en la orientación y el consejo de sus padres, pues muchas veces los conocen más que ellos mismos.

¡Luego llega la etapa más larga de la vida!, la del adulto (entre los 26 a los 60 años). ¡llega todo junto y a la vez! y transcurre de forma muy veloz. —Soltería, matrimonio (divorcio), empleo, hijos, hipoteca del hogar, compra de vehículo, inversiones, emprendimientos, “stress laboral”, deportes, viajes y cada quien con su experiencia particular. En esta etapa se empiezan a recoger los frutos de las semillas sembradas, durante toda nuestra vida previa. —A los hijos se les entrega con esmero y cariño toda la herencia de valores y responsabilidades como primera lección de vida que les permita, seguir sus propios caminos de manera correcta, velando por que consigan su independencia intelectual, financiera y abran los caminos de sus familias, conociendo que en la vida se encontraran tropiezos que hay que superarlos, con las técnicas adecuadas aprendidas en su caminar. 

 ¡Llegar a adulto es llenarse de desafíos!, a veces hay que dejarse llevar por la corriente del rio de la vida. ¡La adultez es compromiso y constante toma de decisiones para bien o para mal!, es responsabilidad. Si ya se tiene hijos, es siempre dar ejemplo correcto a ellos. Los hijos cambian todo, ya que en el acto se deja de ser adolescente o adulto temprano y se pasa a ser adulto con todas sus consecuencias. O “corres o te encaramas”, es el momento de tomar las decisiones más serias.  De adulto, se empieza a filtrar las creencias y se descubren las propias y aparece lo que realmente es la persona, pues se marca pautas de lo que el crees que es y se es libre de creer lo que se quiere creer o no.

 Si Dios lo permite, llega la epata de adultos mayores (entre los 61 y los 75 u 80 años) en ella es muy normal que se coseche sabiduría de tanto aprendizaje, —del ensayo y error— vividos durante la existencia. Se aplica mucho el: “cruzaremos ese puente cuando llegamos a él” y también la sabia lección de “el aquí y el ahora”, para sentirnos agradecidos del presente. —En ésta etapa también suele aparecer el famoso “síndrome del nido vacío” que llega cuando nuestros hijos alzan vuelo hacia otros destinos y crean sus nuevas familias.

 Frecuentemente se pasa a ser un adulto mayor cuando vez que los hijos ya son adultos y con la llegada de los nietos. Los hijos siempre van a necesitar la ayuda de los padres, pues los padres no tienen “fecha de vencimiento”. En la adolescencia a veces los obligamos, ¡aquí solo se sugiere o aconseja!— Siempre hay que darlo aunque no lo pidan.  Y uno se ve y se dice a si mismo ¡lo hice bien! Es momento de no llevarlos de la mano, sino estar al lado de ellos y hasta a veces ellos nos llevan de su mano. —A veces inclusive ellos pasan a ser los responsables del adulto mayor.

 Se llega a la vejez (4ta edad), también llamada ancianidad (luego de los 76 años), cuando Dios lo permita y los “achaques” exoneren llegar con relativa salud, para poder seguir disfrutando de la cosecha sembrada durante tantos lustros. —Los que están en esta etapa de su vida deben contar con mucha paz, para ver y decir: ¡La tarea se hizo bien! y ¡el resultado fue bonito! Se criaron hijos que son hombres y mujeres de bien.

 Los seres humanos activos forjan una vida para que pasen situaciones deseadas, sea por atracción consciente o inconsciente. En la medida que se toma la responsabilidad de cada momento, se tienen más herramientas para poder lograr lo que se quiere y dejar de ser lo que no se quiere ser.

 Para otros seres humanos ¡A veces ocurre que se desperdicia una vida!, para la gente pasiva, toda su vida es una escena donde él está en el medio siendo “víctima”, atacado por las cosas que lo rodean, por las cosas que le pasan. —En la medida que sea víctima, todo lo que le pase es porque hay algo externo que está haciendo que le suceda, ya sea un Dios castigador, o por la “mala energía del universo” u otros seres humanos, siempre habrá alguien o algo a quien erróneamente culpar.

  ¡Para muchos la vida pasa volando!, es como una hoja de un árbol que el viento la lleva al azar por diferentes destinos. —Ella es simple, bella, fácil o complicada o ruda en diferentes momentos, lo importante es que haya sido aprovechada, que no se haya desperdiciado y que la suma de los buenos momentos sea muy superior a la de los ingratos. —Que dejemos un buen legado, unos valores que hagan un mundo mejor…

 La humilde conclusión de esta <<Disertación>> es que, si la vida se vive con intensidad, pues no es corta. Es corta o larga en base a las experiencias que se haya tenido en la existencia…
La gente puede escoger su destino, depende si su alma es libre o no. “El pájaro que está en una jaula no sabe lo que significa libertad”. ¡Cada etapa tiene su magia!

 Nunca se debe dar por vencido en la “búsqueda de una vida mejor”, abrázate con tus creencias y tus ilusiones… ¡haz tu propio milagro!


Escrito por: Juan Raul Alamo Lima. Caracas - Venezuela. | Categoría: Disertación
Asesores: Adoración Alamo de Naranjo y Patricia Alamo de Araujo   
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30 de agosto de 2019

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