ELLA LLEGÓ A MI VIDA
Ella llegó a mi vida en un momento de soledad,
¡Bendita seas mujer!; que me envolviste como aire fresco en
un mes de mayo,
Tu taconeo me trajo tus curvas, tu piel y tu fresca
sensualidad.
No me quedó más que aceptar tu amistad, tus risas y ganas
de vivir,
Que compartir tu sencillez, los alegres momentos contigo;
que aceptar tu belleza,
y luego ver tu partida, observarte en tu ida, bajar la
cabeza de mí desanimo.
Pensé que te había perdido, que no volverías; ¡que solo fue
un sueño!
Pero una llamada a mi viejo teléfono; devolvió mi
esperanza,
Me trajo ilusión, me dijo que el verdadero amor siempre
gana, que nunca falla;
¡Que lo bueno se hace esperar! Que la vida premia al
corazón roto.
Agarre tus manos, abracé tu hirviente cuerpo; ¡besé tus
labios por el resto de la tarde!
Estaban mojados para entregarme tu ternura, tu pasión y tu
sexualidad;
Resbalé mis manos por tu espalda; acaricié tu pecho;
Y hervimos nuestras
mentes, como volcán calienta a su lava y funde a sus rocas,
Y me enamoré de ti, como nunca había sentido;
Correspondiéndome con tu mágica alma; ¡con tu mirada de
niña tierna!
Dedicado a las mujeres hermosas por dentro y por fuera, que
nos atrapan como el aire a la cara y nos envuelven en su mundo interior.
Inspirado y escrito
por: Juan Raul Alamo Lima
El Hatillo - Caracas | Categoría: POEMA EN PROSA
Blog: juanraulalamo.blogspot.com
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04 de noviembre de 2020
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