martes, 24 de septiembre de 2019



MI EXPERIENCIA LITERARIA

 ¡La vida nos regala constantemente muchas posibilidades! Nos abre muchos caminos y senderos. Algunos decidimos tomarlos y otros no.  Desde niños apreciamos y actuamos sobre la base de lo que nos gusta y lo que no nos divierte. —La sabiduría natural— que generó la frase más conocida del mundo, nos manifiesta que el hombre antes de regresarse al infinito debe haber logrado tres obligatorias tareas durante su existencia, las de:

    —¡Sembrad un árbol, tened un hijo y escribid un libro!

 A veces no le encontramos significado, ni importancia, ni sentido a estas labores irrenunciables. — ¿será verdad que debemos cumplir con estas tareas? — Sin remedio, la sabiduría  y las canas con el paso de los años nos muestran el verdadero sentido de ello.

 El “Arbol” para dejar una mejor naturaleza de la que encontraste al llegar. El “Hijo” para sembrar tu huella hereditaria digna, regalarte el amor mas puro y sincero que jamás hayas sentido y lo llenes de valores ejemplares y el “Libro” para que tu “legado filosófico” y tus pensamientos no se extingan con el paso de las décadas y los siglos,  puedan ser leídas por tus generaciones y se plasmen en la cultura popular en el futuro.

 Muchas veces somos educados desde la infancia para las ciencias. En bachillerato te ponen a decidir por “las Ciencias o las Humanidades”, como si ellas fueran: “enemigas acérrimas  de duelo a muerte con cuchillo en boca” y ello nunca nos permitió amar a los verbos, acentos, adjetivos, pronombres, adverbios que nos complicaban la vida de nuestra mente lógica, analítica, geométrica, trigonométrica, aritmética y matemática y así las normas de acentuación de las agudas,  llanas y  esdrújulas pasaron a ser nuestras peores amigas.

 Dios te premia con bellas sorpresas donde te ocurren situaciones que le dan un giro a tu mente y te permiten reconvertirte en lo que nunca imaginaste y creíste imposible. Siempre hay la posibilidad de abrir nuevas ventanas de la vida para descubrir nuevas fortalezas, y hacer uso de tus canas y tu paciencia, para darte lecciones de Literatura, de nuevos retos, de creatividad, de entendimiento y de autoconocimiento. Todo ello te trae siempre nuevas experiencias, sorpresas, te abre nuevos horizontes, te hace conocer tu yo en profundidad y te permite mostrarle a tu prójimo nuevas facetas mágicas de tu “escondida” personalidad.

 A pesar de haber sido educado para las ciencias, siempre estuve muy cercano a la literatura mediante la lectura de algunos “best-sellers”, libros de autores clásicos de genios muy importantes y creación de modestos versos dedicados a la mujer que amo, pero nunca tuve la decisión de hacer escritos propios que me permitieran mostrar vivencias, relatos, cuentos o disertaciones sobre diversas facetas de mis aventuras y experiencias generadas durante el paso por mis años. Quizás un momento de soledad en mi vida y la sugerencia motivadora de mi hija mayor, me impulsó a decidir a escribir sobre diversos temas que fueran interesantes mostrar a mis críticos y exigentes lectores potenciales.

  Para ello ¡sin incertidumbre ni titubeo!, como buen científico y mitológico “Ingeniero Literario” estudié y adapte a mi mente la siguiente metodología, que hasta este momento ha generado productivamente 16 escritos cortos en menos de 90 días, que me han llenado de satisfacción por las muchas sinceras críticas positivas y las no pocas sugerencias de mejoras, que me han llenado de buenas experiencias para corregir, perfeccionar y darle un toque de locura de “pincelada artística” a mis “papiros egipcios” cada día más:

 .- primero: debemos inspirarnos para elegir correctamente los temas sobre lo que hemos decidido escribir, lo cual definitivamente no es fácil, pues tenemos que intentar mostrar facetas interesantes de nuestras experiencias reales o imaginarias que entretengan, “enganchen” y no aburran al lector. Debemos ser humildes y evitar que nos tilden de Intelectual pues como dice Federico Vegas: —“Nada une mas a una familia que un hijo poeta, todos se unen en su contra”…

 .- segundo: tenemos que plantearnos entender quien conforma nuestro escenario. Por supuesto nuestras primeras “victimas” son nuestros familiares y amigos cercanos que se asombran y no terminan de creer la aparición de nuestra nueva faceta, hasta que se observe que existe cierta seriedad, calidad y entretenimiento en los géneros literarios mostrados.

 .- tercero: hay que decidir, estudiar y entender los diversos “Géneros Literarios” que quieres experimentar. Hay Novelas, Novelletes, Novellas, Cuentos, Microcuentos, Relatos, Mitos, Leyendas, Poemas, Epopeyas, Disertaciones, Vivencias… Por supuesto se debe estudiar las diferencias entre ellas en cuanto a su contenido, su extensión y su prosa. Cada género literario formalmente es un sistema que permite la clasificación de las obras de acuerdo con criterios semánticos, sintácticos, fonológicos, discursivos, formales, contextuales, situacionales y afines.

 .- cuarto: localiza rápidamente y enamórate de tu musa y  permite que te adopte tu mentor. ¡Sin ellos no eres nadie! Hasta el mayor de los artistas universales amó a su musa que lo inspiró a desarrollar su fantasía y respetó a su maestro que le mostró y corrigió la técnica literaria, eso sí, fundamentado en que le sucedió al genio del pincel Pablo Picasso:.

   “Cuando llegue la inspiración que me encuentre trabajando”

 .- quinto: ¡hay que ponernos a escribir! La literatura es como el deporte. ¡Si no sudamos no mejoramos! Y definitivamente ¡No ganamos músculo literario! Si nos caemos pues nos paramos y seguimos… Nadie puede hacer un maratón sin haber “pateado el asfalto” durante 18 semanas, bajo un aprendizaje teórico y práctico con una gran metodología y apoyado por un buen “coach” que dirija tus pasos y que nos permita descubrir lo que  decía el gran Ernest Hemingway: "El primer borrador de cualquier cosa es una... MIERDA"

 .- sexto: irremediablemente proceder y lograr llegar al “meollo del asunto” para definir la estructura de tu escrito que debe incluir: un “Principio-introducción” o “plateamiento”; su parte media o “nudo”; y la parte final o “desenlace”, en un tiempo definido. El “desenlace” es esencial, entre otras cosas, porque si le ha gustado al lector, buscará más relatos tuyos para leer. La idea es:

¡Mantener la atención de tu publico sin que llegue a vislumbrase un final!

 .- séptimo: escríbelo en un tiempo razonable. —“más vale paso que dure que trote que canse”. De tratarse de relatos, vivencias y cuentos cortos los mismos no deben tardar más de una semana, ¡dos como mucho!, incluyendo la fase de revisión y corrección.

 .- octavo: a comprar la —¡tijera de jardinero! y a podar tú escrito con ella. No temas ser implacable con lo que sobra o incomoda en tu creación. Debemos leer el escrito varias veces en voz alta, pues las cacofonías o las repeticiones se detectan mejor.

 .- noveno: una vez listo tu escrito pues la idea es “limosnear elogios”, lograr ¡Que hablen bien o mal, pero que hablen…! publicarlo y para ello existen diferentes medios como: tu blog dedicado a literatura, enviarlo por “Whastapp”  a Grupos o a Difusión, mercadearlo en base a tus expectativas y tu “target” por Instagram , Facebook y Amazon y en el mejor de los casos enviarlo a concursos literarios para competir con otros escritores.

 .- décimo: aprender de la experiencia vivida, —¡Afilar tu hacha! seguir perfeccionándote en las múltiples variables para mejorar cada día más tu estilo literario y seguir leyendo a grandes cuentistas que te enseñen sus estilos, creatividades y personalidades para que te permitan enriquecer las características de tu yo creador.

 Muchas veces me he preguntado:

 ¿Cómo se habrán sentido en el siglo XVI los genios universales Miguel de Cervantes Saavedra creador del “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”  o Williams Shakespeare y su “Romeo y Julieta” o su “Hamlet” en las noches, al crear sus bellos y creativos escritos con su pluma de cisne y su frasco tintero, solo con alguna vela o antorcha encendida, con los claros oscuros que los acompañaban y les llenaban de penumbras?

   —¡Qué nostalgia pensé! y exclamé: —¡Esto es lo que me encanta de esta pasión! y remangué la manga de mi pijama y vi cómo se me habían erizado los pelitos del antebrazo.

  Y observo que por cosas del destino, cinco siglos después, este “novato escribidor” logró crear esta “vivencia” donde plasmé 1.490 palabras —“gracias a Word”, en una sola sentada de tres horas creé el borrador inicial y donde por cosas del destino me acompañó la misma circunstancia de una noche oscura sin luz eléctrica, —con un cirio de funeraria encendido y  un horizonte relampagueante lleno de truenos, que me trasportó a pasados románticos e inspiradores nunca imaginados… eso sí y me dije a mi mismo:

    ¡Este escritor si escribe!— y luego añadí para darme importancia:

    ¡gracias a Dios que mi laptop tiene batería!...




Escrito por: Juan Raul Alamo Lima. Caracas - Venezuela. | Categoría: Vivencia
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24 de septiembre de 2019

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