viernes, 28 de agosto de 2020


 “EL ÁNGEL DE MI JARDÍN”

  ¿Existen manos mágicas? Toda la vida nos lo hemos preguntado muy a menudo; ¿los arboles nos escuchan?; ¿las plantas se encariñan con nosotros cuando las queremos como a nuestros hijos?; ¿La naturaleza bendita nos abraza siempre cuando seamos amables con ella?...

   ¡Siembra y mas siembra!; ¡Fruto tras fruto!; ¡verdes y más verdes!, con olor a tierra mojada llena de aromas.

   ¡Llegaron las calabazas! ¡Llegaron los aguacates! Gracias a Dios y a su ángel… Amigo de las auyamas, tomates, ajíes, pimentones; de los arboles de aguacate, mamones, mandarinas, guayabas y guanábanas, mangos, mangas, pinos, eucaliptos; y de rosales, crotos, cayenas y tunas; y pare usted de contar... — ¡Jesús tiene manos mágicas!... ¡Jesús vive la jardinería! —; Sin que él se diera cuenta, le oíamos “hablándole a la inconmensurable naturaleza” y por supuesto ella le contestaba siempre en su diafanidad, con un ademán, hechos, serenidad y absoluto estado de atracción de amor.

   Jesús Ramón Escobar, “El ángel de mi jardín”, llegaba todos los días a las 6 am en punto, con su pasito ensimismado, en la aurora hermosa y con su voluntad inexorable. No nació en la Venezuela profunda. ¡Todo lo contrario!, el llegó al mundo en 1956, por los lados del “Barrio El Encantado, (donde se alumbraba la grandeza con un petromax de dos candelas); tierra de indios Mariches, al este de la ciudad Capital Santiago de León de Caracas, donde el hoy maltratado y apestoso Rio Guaire, a finales  del siglo XIX, llenaba con sus aguas diáfanas y cristalinas el embalse que alimentaba las tuberías,  las turbinas y los transformadores de la primera Planta Hidroeléctrica de América Latina, para iluminar la oscuridad de una ciudad llena de traslucidos fantasmas, espectros, espantos, espíritus, almas perdidas, —voces de la muerte — y hasta a las ánimas del purgatorio.

   Cuando Jesús tenía 6 años, su madre Paula Juliana Escobar (que cumplió unos bonitos 100 años el 17 de agosto de 2019), su padre Ramón María Acosta (que falleció a los 76 años) y sus trece hermanos, cruzaron la cordillera y se trasladaron a las cercanías del Pueblo de El Hatillo y en el fundo denominado “Caicaguana”, copropiedad del Dictador Marcos Perez Jiménez, se asentaron como “pisatarios” a hacer su nueva vida llena de esperanza, holgura y fulgor. —Jesús, fue el hijo heredero número once, así que con mucho cariño cuidó de sus hermanos menores: Miguel, Ramón y Ricardo, con quienes compartió juegos en una humilde pero bonita infancia llena de trompos, papagayos, gurrufíos y canicas. Jesús, no pudo ir al colegio, pero siempre manifestó el deseo de aprender y a “trompicones” y con la ayuda de sus hermanas y amigos aprendió a leer y escribir para “así poder entender la situación”. Ya de joven, trabajó junto a su padre en las granjas de pollos y en las cochineras del sector; y en paralelo, sembraban y cultivaban frutos y procesaban carbón que trasladaban en lomo de mulas, por los caminos verdes, hasta los mercados municipales de Petare, Chacao o hasta el de San Jacinto, para hacer intercambios por carnes y productos elaborados para el sustento familiar; a veces este viaje duraba hasta 36 horas por lo que tenían que pernoctar a cielo abierto y estrellado en algún lugar de la “Sultana de El Ávila”, ciudad de los techos rojos.

   Nuestro amigo ya de adulto, logró tener muchos trabajos en la Venezuela mágica del dólar a 4,30; tuvo la oportunidad de llegar a ser propietario de un destartalado Jeep Willis del 59, de esos fotingos de latón, que daban tumbos y trastazos, como en que el General George Patton con mucho coraje transitaba  Europa durante la caída del III Reich persiguiendo nazis, y un Dogde Dart Sedan del 69,  (del tamaño de un peñero oriental), fabricado en el  Detroit de las injusticias patronales y las diferencias raciales; y tener varias motos, que le permitieron trasladarse a trompicones a sitios lejanos de su fundo chico a conocer el mundo grande; y hasta disfrutar del dinero ganado en esos lujosos y anhelados tiempos, cuando rendía como él oro y por un sueldo de 7 bolívares al día, cualquier viernes en la tarde (como era la costumbre), podía  gastarse su semana comprando14 cervezas y sobraba para el aguardiente San Tomé, ¡hasta descansar sobre un charco sinuoso que bailaba danzones blanquecinos, al temblor de los rayos de luna!….—Jesús, tuvo varias pretendientas, pero no logró fraguar ningún casamiento, ni unión de facto, ni concubinato y lamentablemente no logró llegar a tomar el Ferrocarril del amor fantasmagórico “Caracas-Santa Lucia”, que hasta principios del siglo XX circuló por esa ruta, de la cual ahora solo podía ver a lo lejos, sus rieles interrumpidos y  oxidados, en la ribera norte del Guaire a poca distancia de su humilde morada.

   Pero al fin se dio cuenta ¡que la tierra era su mejor amiga!; era siempre fiel, novia eterna, amor verdadero, celadora de secretos, y así fue que poco a poco encontró a su pasión, que le daba muchos hijos, le sanaba sus heridas, le comprendía como nadie en el mundo, le emanaba su petricor. —Su amante y querida tierra, era flexible y verde de manera inmarcesible como lo era su alma, aceptaba momentos de dificultades junto a Jesus; durante la sequía, se resquebrajaba, “como su piel morena receptora de los rayos del astro rey” cuando había pocas emanaciones de las nubes; y hasta a veces se mojaba hasta: “ablandarse más que mantequilla sobre cachapa de su maíz cultivado, recién salida del fogón de su madre querida”. —Él sabía cuando sembrar y cuando cosechar, utilizaba técnicas milenarias de agricultura quizás recibidas de los ancestros Indios Mariches, que vivieron en las cercanía de su lar y que le heredaron ¡más conocimiento artesanal que “Alma mater” a ingeniero agrónomo “Cum laude” recién envestido de toga y birrete! —Quizás incluyó, conocer que la siembra de la semilla se debe procurar durante “Luna en cuarto menguante”, y que el hablar al cultivo motiva el encanto de su fertilidad, o que el sonido y el tacto de la fruta o la hortaliza le entrega el momento exacto de su recolección, y muchas más técnicas etéreas e inexplicables para brindar efervescencia a la naturaleza.

   Jesús, “El ángel de mi jardín”; plantó hace más de 20 años, un retoño de un árbol muy pequeño traído del “Paño forestal de Uverito” en el Estado Monagas, que, con el paso de los lustros, se convirtió en un Pino Caribe de una gran envergadura, que luego fuera bautizado con el nombre a secas de “Ramón” que, por razones delirantes en el tiempo, él quiso tener. —Por cosas del destino, se construyó una edificación entre “Ramón” y otro pino no bautizado (por no saber transmitirnos su nombre), por lo que al seguir creciendo y aumentando su grosor,  ambos quedaron atrapados y comprimidos a sus paredes, sin permitir frisar y pintar el lugar de contacto; inclusive, aprisionó a un cable de una antena satelital, que no hubo otra manera de poder extraerlo, sin intervenirle radicalmente con un “formón de carpintero” y un martillo, para de esta forma crear un pequeño espacio en la pared y así poder lograr forzar su extracción.

   Apenas comenzamos la operación (con el primer impacto) y sin tener explicación terrenal, de manera súbita quedamos perplejos:  

         << Y sí, como sí el sabio “Ramón” tuviera vida y sintiera dolor; y sin vientos en el lugar — manifestó claramente su voz callada— y mágicamente movió su tronco 5 centímetros, durante unos segundos, permitiendo el retiro del cable, haciéndonos un ademán en vilo, para lograr un estado de felicidad perenne>>.

   Y Jesús, que siempre ha sido creyente de los imaginarios, e inspirado por “Ceres”, la diosa romana de la agricultura, las cosechas, y la fecundidad  y,  como es su costumbre, ayer inventarió la recolecta de calabazas, preparándose para “Halloween”  y así poder conmemorar “el final de la cosecha”, como hacían los antiguos pueblos celtas, porque: <<de que vuelan, vuelan>>

 

 

domingo, 23 de agosto de 2020

 


SIEMBRA LINDA

La tierra bendita te ama
Semillas y agua el querer
Sol y paciencia ella sana
Cariño requiere el saber.

Nunca te va a dejar mal
Siempre sus frutos ceder
Tu alma y cuerpo a sanar
Y siempre va a suceder.

Mangos y bellas lechosas
Aguacates y lindas auyamas
Ellas siempre esperan celosas
Porque a las frutas tu amas.

Lección de excelente sentir
Dios siempre dispuesto a donar
Para que tengas el gran vivir
Y sientas un lindo afortunar.

Dedicado a todos amantes de la Naturaleza, sembradores de arboles, vigilantes de la herencia y los valores.

 

Inspirado y escrito por: Juan Raul Alamo

Lima. El Hatillo Caracas | Categoría: POEMA

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24 de agosto de 2020

martes, 18 de agosto de 2020

 

“2 NIETOS EN 56 DIAS”

  Toda mi vida me la he pasado haciendo cálculos; este humilde novato literario, ingeniero de profesión no puede vivir sin sus números. ¿Quién se iría a imaginar que, gracias a la diáspora, a finales del 2019 y en tan solo 56 días me nacerían mis 2 más recientes nietos? ¡en 2 países diferentes de Europa!, además que mágicamente tendría la oportunidad de recibirlos con infinita alegría, cargarlos en mis brazos, pedir a Dios su bendición y darles sus orgullosas bienvenidas a sus existencias...

      << ¡Debes estar feliz amigo mío! — me manifestó mi inefable éxtasis—, se ve que estás levantado en vilo hacia un estado de felicidad perenne>>.

  El alba amante de la aurora, de esta historia de consecuencias de un amor verdadero, comenzó por allá en mayo de 1983, en las costas infinitas del oriente venezolano, cuando de sorpresa y con un caminar taconeado (que escuchaba a los lejos), se vislumbró por una esquina en un conjunto residencial playero, el momento de serendipia que me trajo a la mujer que luego sería el amor de mi vida. Una musa de 23 añitos de enamoradores ojitos verdes; linda, bella, preciosa y primorosa, heredera de las princesas de la Isla de Madeira, con <<más curvas y acústica que una guitarra española>>. Me entró por los ojos hasta mi alma melancólica y en acto seguido se estableció una amistad que no le quedó otro remedio que efervescer con imperturbabilidad. —Pero como todo en la vida, y como <<lo bueno se hace esperar>>, resulta que la consentida, por razones del destino me hizo añejar durante 3 largos meses como <<ron en barrica de roble>> para terminar con su pesado pasado, hasta que en el mes de agosto la musa, gracias a una improvisada y bendita <<tarjeta de presentación>> entregada y escrita a mano por el susodicho, que caricaturó una flor en ella, le hizo recordar, reflexionar, llamarlo por teléfono, y para su alegría retomar la  amistad. Pues entonces, en <<menos que canta un gallo>>, la amistad se declaró en medio de un inicio de cuarto menguante, el viernes 26 de agosto y pasó a alumbrar e ilusionar un bello y sincero noviazgo que no llegó a cumplir su primer año, pues con escasos 7 meses de pretendientes, el viernes 13 de abril de 1984 contrajimos nupcias gracias al colega Sacerdote Hernandez, quien en nombre de Dios Padre bendijo nuestra mutua declaración de amor:  <<Prometo serte fiel y respetarte, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe>>…

   <<Y como este escritor nació apurado; de ahí en adelante todo fue expedito…>>, en un abrir y cerrar de ojos, pues nacieron dos lindas niñas y el galancito en poco menos de 4 años, —Así que pues, de manera bonita, entre los ochenta y los noventa crecieron los felices chicos: mamaron teta, lloraron, gatearon, les salieron dientes, caminaron, jugaron, jodieron, estudiaron, fiestearon, enamoraron, vacilaron, viajaron, asombraron y cada uno de ellos pues emprendió su vida de adulto lleno de valores de los buenos (de los que te  hacen la vida bonita); y necesariamente “gracias a alguna reprimenda que hubo por ahí”,  ganaron excelentes conductas que heredaron de sus padres, abuelos, tíos, primos, maestros, y pare usted de contar. —Ya en siglo XXI entraron a las universidades y cada uno de ellos obtuvo su título universitario (Farmacia, Administración de Empresas e Ingeniería Electrónica, orgullo de sus padres) y luego de enternecer, enamorar y conquistar a sus futuras parejas emprendieron sus bellas vidas conyugales.

    Ya por septiembre del 2011, fruto de nuestra segunda hija y su querido esposo, llegó el primer nieto Santiago Iván (alias “Santi”), quien nos rebozó de alegría la casa. Chico alegre, conversador, preguntón, juguetón, inteligente que nos llena de amor, cariños, sorpresas y hasta sabiduría. Le gusta controlar la situación, es persistente, aprende de todo y decide rápido, no olvida nada, mete goles, es apasionado y convencedor; cuenta chistes y usa el humor, a veces obstinado, no se rinde y no se deja engañar. —Correlón (“atleta de 100 mts. planos a sus 2 añitos”), le encantaba jugar carritos, montar el Explorador Fisher Price de 1974, y la motico minitrail Honda de 1969 que les restauró su abuelo; recibir el viento en su carita, volar papagayo, jugar dominó, disfrutar de sus primeras experiencias deportivas, incluyendo el excursionismo y querer mucho a sus padres, abuelos, tías, primos y compañeros del colegio.

   Tres años después, en abril del 2014, llegó su hermanito Gabriel Iván (alias “Pizziozo”), chico feliz y risueño que no se dejó amilanar por la fuerte personalidad de su hermano mayor. Que mostró prontamente sus rasgos valientes desde que tuvo razón. Es alegre, amoroso, le gustan los cariñitos, es puro corazón, no guarda rencor, es risueño, le encantan los cuentos. —A veces se transforma con estados emocionales y gestuales con dramatismo; asimila bien los números, le gusta enseñar. A pase de su abuelo, metió el primer gol de su vida y además en 2019 recorrió los 3,5 Km en la Carrera de Alaquas en Valencia-España, con su abuela y la motivaba a ir más rápido. Su dulzura nos llena aun más de amor perenne y nos brinda felicidad infinita a todos los que le rodeábamos.

   Empezando el alba del 2016 nació el gran nieto Aarón Alejandro (alias “Chichi”), fruto del hijo varón y su querida esposa, continuidad del apellido paterno, querido y protegido por sus dos primos mayores. Nos da alegría, paciencia, entendimiento, perseverancia, protección, sabe siempre como expresar lo que quiere, le gustan los cantos infantiles, se te acerca cuando lo desea; además que ¡es único en un millón! —En el 2017 fue inspiración del Maratón corrido en Caracas por su abuelo y hasta en el kilometro 36 le entregó un beso más dulce y energético que <<panela de azúcar de papelón>>. En tiempos de pandemia su abuela materna en un momento de epifanía le dedicó esta bella prosa que nos llena de emoción y orgullo:

      <<No sé si hay vida después de esta vida, no sé si hay vida en Marte, en fin no sé si existen otras vidas en otro lugar fuera de la tierra, lo que si estoy segura es que hay un mundito ideal, donde no hay seres malos por eso no existe la maldad, no existe el reloj por eso no importa el tiempo, no hay deberes ni obligaciones (eso es muy fastidioso), en ese mundito vive mi príncipe Aarón, es un mundo tan pequeño que solo cabe él y las pocas cosas y personas que le interesan  en realidad. Es su propio mundito ideal todo está perfectamente colocado, todo es bonito y todo le sonríe; él es dueño de todo lo que entra allí, pero, así como les deja entrar los saca en su momento, el es muy selectivo por eso hay muy pocas cosas dentro de su mundito, y la selección es más estricta cuando de seres vivos se trata y yo soy sumamente afortunada de tener un lugar en ese mundito ideal. Gracias a mi príncipe Aarón por permitirme ser un habitante de tu mundito. ¡¡¡Te amo!!! >>

   Luego del nacimiento en Caracas-Venezuela de los primeros tres nietos, en el año 2017, en menos de 45 días una gran decisión nos “pilló de sorpresa” y nos fue entregado por los 3 hijos el correspondiente proceso de vida del <<nido vacío>>. ¡Incluyendo despedidas, llantos, dolor de corazón, sin derecho a “pataleo”, certificado de garantía ni devolución! Dos de los hijos viajaron al Reino de España y la hija mayor a la República de Irlanda a emprender nuevos horizontes. Pues como a veces, tenemos la excepción de que; <<lo bueno no se hace esperar>>, y luego de pagar la novatada, entender la situación, sacar el papeleo, ubicar viviendas, conocer a unos “tíos”, conseguir sus trabajos, comerse las uñas, unas “tapas” y tomarse unas copas de vino; y en Irlanda visitar a Claremorris en el condado de Mayo, los Clifts de Moher y la montaña sagrada de peregrinaje de Croagh Patrick (y por supuesto encontrar los McDonald´s), a finales del 2019 “llegaron los dos nietos benjamines europeos con tan solo 56 días de diferencia”.

   Gaél Alejandro llegó al mundo en la ciudad de Cork al sur de Irlanda, un 4 de noviembre, un día después de mi cumpleaños pues quiso ser muy original; es el primer hijo de la hija mayor y su querido esposo que iluminó para enternecer a sus padres, mostrarles su herencia, alegrarles con sus ojos brillantes y grandotes lo bella que es la vida, aprender a no sentir el frío del viento y disfrutar lo mucho que le gusta compartir con sus progenitores. Es un bebé muy bueno, alegre, tranquilo, le gustan los besitos y jugar con sus papas; sabe marcar límites; aprende rápido y solito, tiene un gran sentido común; nació acompañado del Lago de la Mareas de Midleton, de los cisnes mágicos, de la magia de los duendes y los leprechauns, las hadas irlandesas; y de los vientos helados traídos del mar del norte donde el RMS Titanic navegó en 1912.

   Y ¡cómo no hay quinto malo!, Mathías Alejandro (el chico del Mediterráneo), nació en Valencia-España un 30 de diciembre; se adelantó y no quiso en el 2020, ¡pues sabía que no era un año ideal para nacer!; llegó en un hospital enorme y de largos corredores, donde durante la estadía compartí con su hermano Aarón Alejandro, pasillo tras pasillo, para distraerlo, no menos de muchos kilómetros de empuje de su “coche de ruedas grandes”, en la parsimonia y silencio de un día solitario de pre final de año. No vimos los petardos, ni los fuegos artificiales chinos virulentos llegados de Wuhan, pero disfrutamos a un bello chipilín lleno de vida, alegría, curiosidad, amante de las arepas, risueño, de mirada fija y enfocada y segundo en la continuidad del apellido del legado de su padre y su abuelo paterno.

        Ya de regreso en Caracas-Venezuela, varios meses después en el año 2020 en tiempos de pandemia, la abuelita materna de Gael y paterna de Mathías (hermanito de Aarón), la chica que luego de 36 años de casada, continua con la “guitarra española afinada en su cuerpo” (como si el tiempo no pasara por ella), en un momento de encanto les dedicó esta bella prosa que nos llena de “saudade”:

   ¡Feliz “cumplemes” Gael, ya son 9! Qué diferencia ver crecer a Gael y a Mathías a distancia, cuando mis primeros nietos aquí en Venezuela antes de su partida, semana tras semana los veía, los abrazaba y los sentía... Los esperaba en mi hogar al saber que venían tal cual fiesta preparaba sus juegos, sabía de sus gustos: que galletas escoger o golosinas. Mi casa parecía una guardería llena de juguetes, si no abuelita se las ingeniaba y hasta les daba el dominó del abuelo o los carritos a escala de su colección, libros de dibujos; un sin fin de cosas. Era algo increíble, mi corazón palpitaba porque los iba a abrazar y tenerles horas. El cambio luego llegó cuando se fueron a Europa y sirvió para cancelar una época e inaugurar otra ahora con los nuevos nietos... ¡a distancia!... y aunque los vi nacer gracias a Dios, ya nada es igual; cada día, cada semana espero sus fotos o videos de los que repito como  repiten los niños sus cómics; pendiente del almanaque para felicitarles cada mes; mi conciencia percibe los movimientos del espacio-tiempo, pero ya no se entristece, antes si, es transformable con el cambio, pues merecemos ser felices y siempre renacer, “soltar-soltar”, cerrar ciclos, oxigenarse y pensar: ¡ellos están bien!. “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”  Amo a todos mis nietos.

         << Si tener un hijo es una de las tres obligaciones inexorables que debemos cumplir en la vida — me dijo mi inconmensurable serenidad—; tener un nieto, es un tesoro bondadoso otorgado por Dios >>.

 

Escrito por: Juan Raul Alamo Lima. Caracas - Venezuela | Categoría: VIVENCIA

Coautores: Abuelas Marina Rodriguez de Alamo  y  Mariví Gonzalez

Revisión: Katibel Patiño. Puerto Ordaz - Venezuela

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18 de agosto de 2020 

miércoles, 12 de agosto de 2020

 

“LOS ACHAQUES DE EL ABUELO”

   ¡Achaque tras achaque!, ¡dolor tras dolor!, sino es una cosa es otra… Me duele por aquí… me duele por allá. ¡Analgésico tras analgésico! ¡Nervios y más nervios! valeriana seguido de tilos… Si no es físico es mental o viceversa. Achaques tales como lumbago, pasando por manguito rotador, artrosis, migrañas, hormigueos de las manos, reflujos, dolor de huesos (…); — ¡pareciera que los años nos están cayendo como rocas nostálgicas del cielo! A los achaques se le suman las circunstancias como: síndrome de nido vacío, corazón partido, emigraciones, y hábitos enfermizos, golpean y hasta hacen trizas a una vejez bonita, parsimoniosa, efervescente y libre de autocompasión y sufrimientos.   

   “Debes estar sufriendo mucho — Le dice su nostalgia—, se ve que estás muy solo y anacrónico”.

   “Un Achaque es una indisposición o enfermedad habitual o enfermedad ligera, que nos recuerda que —el talego del calendario no pasa en vano— y que los minutos difuntos nos llaman a su recuerdo”. Definitivamente el umbral de dolor de cada ser humano está en niveles diferentes, hay quienes se quejan muy poco y otros tienen mayor sensibilidad, y hasta algunos en determinados momentos de nuestra vida empezamos a sentir la sensación de que perdemos el control de nuestro cuerpo y da lugar a aceptar los cambios que estamos experimentando en esta nueva etapa, que a veces se comporta como una esperpéntica existencia.

     ¿Será que nuestra mente nos permite aprender a controlar el nivel del dolor?

     ¿Lograremos acondicionar a nuestro cerebro para al llegar a la edad adulta mayor no estar constantemente sufriendo achaques?

     ¿Podemos envejecer con dignidad y minimizando los achaques, en una sociedad donde la edad mayor se mira en algunos casos con menosprecio?                 

     No es una buena pregunta a nosotros mismos él: ¿Cómo queremos vivir la vejez?

   De entrada podemos afirmar que una buena inefable receta de reducción de los tan melancólicos y odiosos achaques es activar: priorizar la felicidad independientemente de las circunstancias, mantener actividad física y actividad mental, cultivar tu circulo social, mantener una buena higiene diaria, alimentación sana, chequeo médico, cuidado de los huesos evitando caídas y golpes, control de hábitos tóxicos, control de medicamentos y suplementos alimenticios, aumentar la consciencia plena de la vida, mantener un buen patrón de sueño, además de muchas más opciones son necesarias para como diría un poeta para: “añadirle vida a los años y no años a la vida”. —Podemos acompañarlos de recetas tales como: poner de nuestra parte para aceptar la situación, tomar como ejemplo personas mayores a ti que viven plenamente, estar claro que muchos achaques son reversibles, apoyarte de una buena relajación y muchas más sabias y lógicas técnicas, para “llegar a viejos, lo más jóvenes posible”.

   Es importante señalar que el envejecimiento en su proceso, es inherente a la condición de cada ser vivo y debe ser aceptado con una total naturalidad, así como que es inevitable que cada día seamos “infinitesimalmente menos jóvenes que el anterior, aunque algunas teorías manifiestan que el envejecimiento fisiológico no ocurre  a un ritmo uniforme, sino que se da en tres etapas en el ciclo de la vida del ser humano: primero a partir de los 34/35`s años de edad, la segunda sucede a los 60´s y la tercera a los 78´s.

   No obstante a ello, es importante también resaltar y recordar que muchas de las grandes creaciones en las artes y en las ciencias fueron desarrolladas por personas mayores a los cincuenta, sesenta, setenta y aún más. —Podríamos manifestar que: ¡nunca es tarde cuando la dicha es buena!, para así evitar una obsolescencia prematura donde podamos, para tener en forma nuestro cuerpo, desarrollar deporte de bajo impacto a diario para mantener el sabio refrán de “mente sana en cuerpo sano”, dedicar tiempo al aprendizaje de nuevos oficios, arte o idiomas para contribuir al enriquecimiento del espíritu y mantener los pensamientos bien ocupados generando así bienestar mental. Es importante recordar que una gran cantidad de seres humanos han tendido sus mejores tiempos en diversas áreas como la política, la literatura, la música, el cine cuando lograron alcanzar sus cúspides más pronunciadas como, por ejemplo:  el escritor José Saramago que a los 58 años logró su primer gran éxito con su obra “Alzado del suelo”, o el músico Giuseppe Verdi a los 74 en su obra más conocida “Otelo”, o George Martin a sus 66 produjo su serie cinematográfica “Juegos de tronos”. —Es muy vital también el preguntarnos: ¿Cómo queremos vivir nuestra vejez? En el pasado, achaques, dolores, soledad, problemas, dependencia y muchos otros males eran pan de cada día. La vejez debe entenderse en nuestros días como un proceso positivo, dinámico y deseable que nos afecta a todos y que lo debemos recibir con armonía y orgullo.

   El ser humano se encuentra entre las especies de mayor longevidad o edad cronológica en nuestro planeta, con la genética investigada y en algunos casos experimentada se puede llegar hasta los 120 años de edad; así ha quedado demostrado en las estadísticas mundiales, aunque pocos lo han logrado, un grupo muy reducido de ellos han vivido en relativas buenas condiciones hasta el momento de su pase a la eternidad. — La ciencia presenta diversos tipos de expresar y concebir  la definición de edad como: la Cronológica basado en la fecha de nacimiento; la Biológica con base en el grado de envejecimiento que en muchos casos no corresponde con la edad cronológica y no es calculable científicamente hablando; la Psicológica que se autocuantifica fundamentado en el sentimiento de edad de cada persona; y la edad Social, que se mide con lógica en los grupos de edades manejados por la sociedad y por la Organización Mundial de la Salud, que inclusive recientemente modificó sus parámetros de cálculo, llevando asombrosamente a la juventud hasta los 65 años cronológicos de edad. El conjunto de estos cuatro tipos de edades se define y genera como la Edad Funcional, cuando una persona es capaz de mantener una vida autónoma con base en su capacidad de decisión propia e independiente, en lógica a su posibilidad de realizar sus actividades básicas, de relación y sociales de su vida diaria. También podemos mencionar el concepto de vejez saludable y sus tres componentes que la fundamentan como: la baja probabilidad de padecer enfermedades o invalidez, la capacidad física e intelectual y el mantenimiento de una vida activa en la sociedad tanto en lo intelectual como en lo emocional.

   Definitivamente, son muchas las definiciones y las variables que pueden surgir para mantener minimizados a los achaques en la etapa de adulto mayor del ser humano. La forma en como tomemos la vida nos llevará a buen destino. —Definitivamente el vivir acompañado de la felicidad es lo ideal y para ello debemos: enfocarnos siempre en lo positivo, celebrar nuestras victorias, ser creativo, aceptar las imperfecciones, vivir el “aquí y el ahora”, dar las gracias y ser generoso, sorprenderte a diario, involucrarte con la música, dejar las preocupaciones atrás, pasar tiempo con la naturaleza y recordar tus momentos felices.

   Si Dios lo permite vuélvete inmarcesible y sepulta a tus achaques, como si estuvieras entrando al Himalaya y te esperaran en las puertas del utópico valle místico y armonioso de “Shangri-La”, para lograr, cuando “toque a tu puerta”, un lento, feliz, y en paz envejecimiento…

 

Escrito por: Juan Raul Alamo Lima. Caracas - Venezuela | Categoría: DISERTACIÓN

Revisión: Katibel  Patiño. Puerto Ordaz - Venezuela

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11 de agosto de 2020

Bibliografía

-          “El secreto de la longevidad”. Dr. Felix Larocca. 2017.

-          “Mujer en las tres etapas”. Edvar Munch. 2018.

-          “Consejos vitales para llegar a viejo lo más joven posible - Hígado Sano”. Dra. Maribel Lizarzabal. 2018

-          “¿a qué edad comenzamos a envejecer?”. Infobae - Valeria Chavez. 2020

-          “20 secretos para vivir una vida feliz”. Entrepeneur - Deep Patel. 2018

jueves, 6 de agosto de 2020

“NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA”

   ¡Que se sepa nos llenó de melancolía! Desde hace dos milenios existe un refrán sempiterno que ha trastocado el reconocimiento de los seres humanos y lo podemos encontrar en al menos tres escritos: —“Nunca el juglar de la tierra tañe bien a la fiesta”; “San Cercano no hace milagros; San Lejares por docenas y centenares”; o la expresión de innegable y perenne contenido religioso: —“Nadie es profeta en su tierra”.

   En el Nuevo Testamento de la Biblia, en los Libros de Lucas 4.24 y Juan 4.44, se hace referencia a esta última frase en relación al episodio en el que Jesús, luego de haberse preparado durante 40 días en el desierto, y traer un “talego lleno de sabiduría”  viajó Nazaret (su población de crecimiento) y en su visita a la sinagoga, encontró escepticismo a su mensaje evangelizador, y los asistentes que lo conocían desde pequeño, interpretaron sus palabras como una herejía y como desenlace intentaron arrojarlo por el despeñadero del acantilado, momento en que Jesús de Nazaret, luego de escapar de la multitud furiosa de rencor virulento, sentenció con el famoso refrán. —Después de dicho episodio viajó a al pueblo de Cafarnaúm donde predicó y sanó enfermos, además de ser escuchado y respetado. En base a la lógica de estas palabras, sí una persona quiere ser reconocida, deshacer su melancolía, y alcanzar una buena reputación o respeto debe emprender el caminar a lugares fuera de su origen, tal como hacían los profetas en la antigüedad. 

   ¡Qué verdad tan verdadera! Hay muchos refranes o proverbios que hemos oído durante toda nuestra existencia, pero algunos de ellos son “de armas tomar”, este en particular, demuestra, y tiene que ver con la credibilidad de nuestras palabras, acciones, y/o con el alcance de una reputación creíble en el entorno cercano que nos rodea; que nuestra familia, compañeros de trabajo o comunidad a veces no nos valora lo suficiente, ni nos comprende, ni nos ensalza, por premisas creadas, “padeciendo así la espina de un amor solitario”.

   “Nadie es profeta en su tierra” — ¿Será verdad esta afirmación rotunda? — ¿Habrá que dar pruebas fehacientes, contundentes y “cortarse las venas” para que el mundo crea y acepte lo que manifestamos con nuestro mayor esfuerzo, elocuencia, verbo o de forma escrita con nuestras acciones?

   Solo demostrando competencia, y honestidad podemos llegar a cuajar un cierto grado de credibilidad que nos permita ser reconocidos como una persona digna de sus palabras y sus actos y empezará a ser distinguido por su labor encomiable, sus palabras dignas; y en particular en el arte de la literatura, por sus escritos certeros y asertivos, en los que se emitan mensajes y enseñanzas con la intensión de comunicar y producir goce estético, por lo general narrando una historia que tiene un buen determinado argumento, basado en las normas lingüísticas y la utilización de su inventiva (¿y porque no su locura?), con ciertos recursos literarios en función del género al que pertenezca el escrito. —Siempre hemos estado tras la búsqueda del reconocimiento (auto o hetero) y muchas veces se nos ha escapado de las manos, pues sin él, tendremos desbalanceado el equilibrio de nuestras necesidades humanas. Percibir críticas de mal gusto, invisibilidad, desgano, malas caras, maltratos, bulling, (…), nos genera un resquemor que a veces impide la continuación de la obra, en algunos casos la desmotivación y/o prosecución de una creación, proyecto o emprendimiento en cualquier área en la que estemos actuando. Por el contrario; mensajes amables, gestos de destaque, “palmaditas”, halagos, sonrisas, críticas constructivas, nos motivan a seguir con nuestro trabajo, mejorándolo inevitablemente con el paso del tiempo.

   ¡Crear algo de la nada es siempre encomiable e inmarcesible! La creación perseverante e inteligente  siempre debe ser reconocida para que su vocación se fortalezca y no se extinga. No se trata de recibir alabanzas hipócritas, ni elogios insinceros y llenarse así de desilusiones. El creador muchas veces se encuentra solitario,  desilusionado y hasta maltratado por la envidia destructiva de pocas personas incapaces y malintencionadas que nunca reconocerán su desaire, sino que a veces  ignorarán o le atacarán  para que no logre su éxito, independientemente de que su significación vaya creciendo con el paso del tiempo y de la edición de tus obras. —La soledad siempre estará a su lado, la mayoría de las veces solo quien le ama entrañablemente le estará animando para motivarte a que continúe, mejore y luche por llevar a cabo la obra que ha planificado de manera inconmensurable “navegar a buen puerto”. Gente que apoya aconsejaría el que no tenga miedo, pues tal vez una soledad que no se percibe o que no entiende es lo que le hace continuar tu obra”

   Muchas veces dicha creación inclusive es inentendible como le ha sucedido a tantos grandes artistas en la historia, cuando su reconocimiento ha ocurrido “post mortem” y no durante su vida llena de efervescencia, como por ejemplo le sucedió en el arte pictórico a los grandes impresionistas como  Claude Monet (1840-1926) y Vincent Van Gogh (1853-1890) o más recientemente a la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954) y hoy en día se les reconoce como unos de los grandes pintores de sus épocas. También algunos de los más famosos en el arte de la literatura, al creador de Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes (1547-1616), al gran escritor y filosofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900), o hasta el mismo escritor estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849) que muriera muy joven sin haber sido reconocido por la humanidad.

   La virtud de crear se manifiesta, cuando el autor produce alguna obra que desde cero normalmente nace luego del esfuerzo creativo o científico, ello después de la formación de una idea vaga en la mente del creador, que lo motiva a manifestar un análisis y llegar al detalle de un diseño más escudriñado de su posible obra. —Todo este esfuerzo puede generar en un público una credibilidad, que en términos generales es un concepto que las personas utilizan para decidir si creen o no, basado en la confianza que se genera consecuencia de afinidades éticas, ideológicas o estéticas. También entra en juego el grado de conocimiento fundamentado en las características objetivas y el rigor del mensaje que incluye la calidad y exhaustividad de la obra creada. “La credibilidad es hermana de sangre de la verdad”.

   Definitivamente, la creación en el arte nace del ingenio de los seres humanos a través  de la expresión que le sirven para inventar y transmitir infinidad de obras con fines de distracción, estética y expresiones, que abarcan a la literatura, la música, la danza, la pintura, la escultura, la arquitectura y el séptimo arte de la pantalla grande.

  Una creación ¡nos podrá emocionar, atrapar y hasta enamorar! o simplemente nos parecerá una obra de “garabateos de signos indescifrables”, pero en todo caso estimamos que debemos siempre reconocer el esfuerzo creador de un autor que “debe estar sufriendo mucho al estar muy solo”, pero que siempre estará lleno de una esperanza infinita e inmarchitable…

 

Escrito por: Juan Raul Alamo Lima. Caracas - Venezuela | Categoría: Disertación

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05 de agosto de 2020