ARKO, VENUS
Y SUS 31´S
Era el año 2003 y de
forma inesperada, perritos y más perritos nacieron en una noche oscura,
dispersos en un terreno inclinado de 2.000 mts2. Linternas y más linternas tras
la búsqueda de “no sé cuantos”
cachorritos. Se encontraba la familia
completa: padre, madre y tres hijos adolescentes escudriñando todos los rincones de la parcela cual escudriñamiento
del Federal Bureau Investigation. ¡Hasta altas horas de la madrugada continuó
la búsqueda implacable! —Al fin encontramos 11 de ellos y se los fuimos
entregado, uno a uno, a su madre parturienta y nerviosa, quien a la mañana
siguiente en su “honra”, nos colocó “sin féretro”, frente a nuestra puerta
principal, el bebé de Rottweiler que
faltaba, solemnemente y lamentablemente fallecido...
Nuestro hogar estaba
casi construido y por razones del destino se tardó 5 años en su ejecución y una
vez terminado nos vimos en la necesidad de buscar al mejor amigo del hombre
para que nos cuidara el lar, en nuestra solitaria urbanización y así evitar que
los malhechores hicieran de las suyas, en momentos de malas intenciones. —Un
gran terrero para divertirse, hacer territorialidad y cuidar un bosque en progreso, donde se
habían sembrado pinos caribes, criollos
y escalonados, eucaliptos, aguacates, mamones, guayabas, cambures y pare usted
de contar… que con el paso de los tiempo convirtieron a nuestro vivienda en una
verdadera “Casa del Bosque”.
No se hicieron planos
ostentosos, sino lo suficiente para albergar a una familia con un matrimonio
estable con dos hijas y un hijo, cada uno con su cuarto, así como áreas comunes
de cocina, sala, comedor y “estar”. —10 años antes en una noche de insomnio (de esas que heredé de mi padre), en mi
mesa de dibujo que quedó de la universidad, centralice mi sueño en una casa de
dos aguas tipo chalet en papel bond de 90 gr. con un estilográfico marca Rotring.
¡La ley de la atracción demostró que si
funciona!
Venus fue el nombre que democráticamente en familia le asignamos. Nació
en el año 2002 en la ciudad de Cagua, Estado Aragua - Venezuela y llegó “cachorra” a nuestra casa primero que
nosotros, y de inmediato se convirtió en su cuidadora, inclusive antes de que la
familia feliz viviera en ella. Venus era una Rottweiler, preciosa, viva y alerta, como los de su raza: inteligente,
resistente y vigorosa que han prestado servicios a la humanidad por más de
1.500 años desde que fueron criados en el pueblo de Rottweil, en el áea de
Wurttemberg en la Alemania antigua. —Los
ancestros de los Rottweilers fueron
perros acreditados de cuido de ganado, utilizados a veces como perros de
combates en las batallas del Imperio Romano y hasta el “pirómano” Emperador Nerón siempre tenía varios de ellos alrededor
de su palacio para disuadir a los intrusos malintencionados.
A pesar de todos sus atributos y belleza ¡Venus no tenía pedigrí! Era una “Doncella de clase media”.
Venus ya con un año
de edad se empezó a sentir sola y fue por ello que localizamos un macho de la
misma raza, de alta estirpe, nieto e hijo de campeones, nacido el 12 de enero
de 2003, cuyo nombre era “Arko de
Inriville” y contaba con más ¡pedigrí
y alcurnia que la Reina de Inglaterra!
Llegó a las 6 semanas
de nacido con una belleza especial, gordito, con su carita vellosa, la torpeza
típica de los cachorros, correteando discretamente, lo que generó en el acto “amor a primera lamida”.
Hay que reconocer que
desde que apareció Arko, nos enamoramos de él, era un bello ejemplar espectacular
de Rottweiler de pura raza y de estirpe, cuando creció era todo grande e
imponente, belleza por donde lo miraras, pero siempre con alma de cachorro
noble. Fue un Perro de buena familia con apellidos de renombre, su padre se
llamó “Hero Von Der Othmar” y su
madre “Fifi Vom Berderhagen”, ambos
inscritos en la Federación Canina de Venezuela.
—Por supuesto hicimos las gestiones, para que el bello heredero “Arco de Inriville” también quedará
registrado en tan magna institución perruna, siendo inscrito con el número
321-119563, como mandan las “Leyes del
mejor amigo del hombre”.
Arko y Venus pues se
entendieron de maravilla, aquí también hubo ¡amor
al primer mordisco! Arko en un principio veía a Venus como su mamá, pues ella
tenía un año más de antiguedad y se notaba la diferencia en tamaño.
Y pasó lo que tenía que pasar, la gran estirpe y
belleza de Arko, lo llevó a pesar 60 kilogramos en menos de tres años y a ser
un hermoso, grande, robusto y poderoso animal, aunque siempre creyó que pesaba
solo 8 kilos y lo demostraba cuando uno se sentaba en el piso y él se te echaba encima con todo su peso como si
fuera un “Schnauzer”. —tenía una cabellera negra azabache con manchas marrones
muy definidas en las cejas, los cachetes y las patas. Su conformación compacta
denotaba mucha fuerza, agilidad y resistencia, pues hacía un gran ejercicio en
el amplio terreno.
Venus y Arko se la
llevaron muy bien, pero a pesar de que había amor para ambos, la preferencia se
la llevó el gran Arko, pues tenía una mirada de sabiduría infinita y no había
manera de ocultarlo. El siempre sabía si
estabas contento o triste y si estabas triste, no sabemos cómo lo lograba pero
ibas a dejar de estarlo. —Arko parecía
un sabio reencarnado en un perro, un sabio que pudo vivir muchas vidas y habrá
dicho que ya estaba cansado de reencarnar en el cuerpo de un ser humano y dijo:
¡yo quiero ser perro!, porque yo se
que los humanos tratan mejor a los perros que a los humanos…
Y llego el momento
cuando el Universo lo permitió, que Arko “El
Lord” y Venus “la Chica de clase
media” un día y con nuestra bendición decidieron casarse por la “Ley de la Naturaleza” y dejar huella en
nuestro planeta que es de todos los seres vivos. —Venus empezó a engordar y a
un tiempo de entre 60 y 70 días llegaron al mundo los primeros herederos de la
bella pareja. El día del parto ella muy sabiamente se resguardó en una esquina
del jardín y dio a luz a una docena de pequeñas criaturas que rápidamente
empezaron a amamantar y a crecer. Arko no asistió al parto, fue indiferente con
el nacimiento de su camada y cuando estos pudieron hacer travesuras y jugar,
hasta les huía para no sentirse abrumado y acosado.
Fue toda una
experiencia el convertirnos en criadores de perros “novatos” de la noche a la mañana, sin tener ningún conocimiento
veterinario, lo cual no impidió llevar a todos los cachorros a buen destino,
durante su crecimiento con la ayuda de su madre Venus. A veces, dada la
cantidad de de ellos, a alguno lo “desenchufábamos” de la teta, para darles puesto en el festín a
sus hermanos más flacos y así fue como le llegó a Venus su título nobiliario ganado
en batalla denominado: “Venus la Matriarca”. —Al final las
ubres de la madre no los llenaba y les tuvimos que preparar leche pasteurizada
y se la servíamos en una bandeja de hacer pizzas “extralargue” y llegaban todos y a la vez, a deleitarse y hacer su
concierto de sonidos de degustación de liquido lácteo, no dejaban nada, salían
con las patas y los bigotes blancos llenos de gotas de leche y luego todos a
dormir y hasta parecían 12 peluches con vida.
A menos de un año, Venus quedó embarazada por
segunda vez de “Arko el Patriarca”, pero lamentablemente esta vez Venus muy
nerviosa (por razones desconocidas) dio a luz a otra docena de perritos, pero en
diversos lugares del jardín donde lamentablemente murió uno de ellos, por no
haber sido localizado a tiempo.
En un tercer parto
en menos de 3 años llegaron al mundo siete perritos más, para completar sus
31´s, que es un buen número primo.
Tanto Venus como Arko
vivieron 11 años. Primero se fue Venus y creemos que el Universo lo hizo así
para irnos preparando a todos nosotros, y posteriormente a los meses Arko,
quienes como fiel pareja perruna, trajeron al mundo a 31 perritos, bellos que
poblaron a Venezuela de esta linda y noble raza, que los confines de Alemania
nos heredó.
Todavía me acuerdo
ver a mi hijo menor, luego de regresar de la universidad en la oscuridad de la
noche a casa, abrazar llorando con sus 22 años en el regazo de Arko, apoyándolo en los momentos de su despedida,
así dándole mucha paz para que se transportara al “Valhala del mejor amigo del hombre”.
Para nosotros no
habrá una pareja de perros en el mundo que pueda llenar ese vacío…
Escrito por: Juan Raul Alamo Lima. Caracas - Venezuela. |
Categoría: Relato
Asesora: Patricia Alamo Rodriguez - Irlanda
Blog: juanraulalamo.blogspot.com
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18 de octubre de 2019
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