EL LAGO DE
LAS MAREAS
Y los vimos llegar como duendes imaginarios de la nada, eran cinco ¡En fila india!, navegando hacia el norte como “barquitos de papel”, nos vieron, giraron 90 grados y se nos
acercaron, ¡no supimos si eran naturales
o espirituales!, nos observaron en detalle sin miedo ni temor, estuvieron
con nosotros muy poco tiempo quizás esperando nuestra iniciativa, —lo
suficiente para saber que no fue casualidad el encuentro, pero todo ocurrió muy
rápido y cuando nos dimos cuenta, emprendieron su ruta “hacia no sabemos dónde”, con aires de elegancia, paz y armonía…
Cerca de donde
estábamos, hace un poco más de un siglo, en el sureste de Irlanda o como la
llaman sus habitantes Eriu, en el condado de Cork en la bahía de Queenstown, un
pueblo de pescadores, el día 11 de abril de 1912 despidió al RMS Titanic, luego
de que fuera construido en un astillero en Belfast-Irlanda del Norte y recalara
puerto en Southampton-Inglaterra y Cherburgo-Francia. Considerado como un gran
trasatlántico orgulloso, que — “Ni Dios
podía hundir” — partió de su “ultima”
costa, directo poniendo proa a encontrarse con el Iceberg en las cercanías de
Terranova en el Mar del Norte. Queenstown
en 1920, hasta tuvo que cambiar su nombre por Cobh, “quizás para olvidar su mala suerte”.
Muchos años después,
luego de su última faena en Las cercanía de Cobh,
tierra adentro, navegando por un pequeño Fiordo
(dirían en Noruega) o Ría (en Galicia), un pequeño barco pesquero, llamado “Serenity”, fue dirigido hacía su
destino final en el Lago de las Mareas
en las cercanías de Midleton. —Al
funeral asistieron las gaviotas y los patos del bosque Ballyannan Woods, quienes lo lloraron y le dieron sentida
despedida.
¿Quién sabrá en
detalle las aventuras de nuestro barco? —
¿Dónde habrá sido construido?
Quizás navegó toda la
costa sureña de Irlanda en numerosas travesías de pesca. ¿Cuántos marineros
habrán pisado su borda? ¿Cuánta pesca habrá llenado sus depósitos? para mitigar
el recordatorio de la “gran hambruna de
la patata” que por consecuencia de un hongo maligno, dañó las cosechas y casi
aniquila la Irlanda de la década de 1840, que hizo que murieran más de un
millón de personas y que migraran otras tantas, principalmente a Norteamérica y
Australia.
¿Cuántos irlandeses
habrán peregrinado a la montaña de “Croagh Patrick”? La cumbre sagrada, la cima
donde se venera a San Patrick´s, el
Santo Patrón de Irlanda, —para mitigar por fuerza de milagros a la hambruna implacable.
Pues nuestro
“Serenity”, dio su respiro final, luego de que le fueran retiradas, las cañas,
los anzuelos, plomos, nylons; las redes,
atarraya, lanzas, bicheros, nasas, palangres y rastras. Por supuesto también le
fue recogida su pesca final que dio alimento a los pobladores de la cercanía.
El “Serenity” ya “hacía aguas” al llegar al Lago de las Mareas, era inseguro dada su
antigüedad volver al Mar del Norte con sus grandes oleajes a capturar Centollas gigantes con sus propiedades
afrodísiacas.
¡El Lago de las Mareas es muy peculiar! Lo
alimenta las aguas saladas y frías del Mar del Norte por su lindero sur y lo
endulzan las iguales frías y cristalinas aguas del “Owennacurra River” por su lindero norte.
¡El Lago
de las Mareas, campo santo del “Serenity”,
es muy caprichoso! En un mismo día está totalmente lleno de aguas salubres y calmadas, que ven reflejadas las nubes algodonadas y los arboles rojizos de su
bosque aledaño, y en cuestión de minutos se convierte en una marisma,
totalmente formada por lodos, arenas, limos y rocas, que atraen a gaviotas,
cuervos y patos al festín de moluscos incrustados que digieren con mucha sabiduría.
Otro día y de forma repentina se forma
una línea casi perfecta en su mitad, que divide las aguas del mar serenas y
casi inmóviles de las aguas del río salpicadas y burbujeantes. Es como el flujo
de la vida, que no siempre nos permite estar en modo de tranquilidad, sino que
nos da sorpresas y regalos que nos enseñan a darle valor a lo intrascendental y
detallar lo bonito que a veces son los aspectos más diminutos, desapercibidos
pero enriquecedores de la mente y el espíritu. En el Lago de las Mareas, aunque existe un pasado funesto, pero como el “Yin y el Yang”, pues tiene su contraparte
y sigue la vida, y hasta un Kayak con un remador lo atraviesa con frecuencia,
dejando su estela geométrica cónica en sus aguas rebeldes y caprichosas.
A su lado El bosque Ballyannan Woods, que por su condición
otoñal es verde rojizo, que en su lindero oeste acompaña al Lago de la Serenidad y al “Serenity” es
un lugar mágico, lleno de senderos y desniveles, con árboles que su tope y su
densidad nos impiden ver el cielo, que quizás albergaron a antiguos celtas
gaélicos 2.000 años A.C., que no registraban sus mitos por escrito, sino
oralmente al ser un pueblo pagano adoradores de Dioses y Diosas.
Y un día brumoso en
el lago de la nada llegaron nuestros ¡cinco
bellos cisnes!, dos blancos y tres marrones con lunares blanquecinos, y
dudamos de si eran duendes con disfraces
de cisnes, estábamos cerca de la fecha de “Halloween”
y todo es posible. Hay quien los llama Leprechaun
(Lepricons), que son unas criaturas que pertenecen al folclore y a la mitología
Irlandesa desde la llegada de los celtas. Desconocemos si habitan el Bosque Ballyannan Woods para brindarles
ceremonia y respeto a los restos del “Serenity”,
pues según la leyenda: “Si alguien logra fijar la mirada en un Leprechaun, este no puede escapar, pero
en el momento en que se retira la mirada, este desaparece”
Los Cisnes del Lago nos motivaron a crear un corto poema:
Los
Cisnes llegaron aquí
Bonitos
y amables vinieron
Amor
y sentimientos dieron
Momentos
vivos logramos sentir.
Aves
sabias del gran Dios
Serenas
y elegantes fueron
Sin
más nos dijeron adiós
Cariño
y emoción sintieron.
Lo que sí estamos seguros es que el “Sererity”, los Cisnes y el Lago
de las Mareas son una experiencia mágica… Cada ser que esté enlazado con el
lago disfrutará de sus caprichos, hasta el fin de los días en que la humanidad se
deje de asombrar…
Escrito por: Juan Raul Alamo Lima. Midleton- Cork - Irlanda |
Categoría: Cuento
Asesora: Patricia Alamo Rodriguez - Irlanda
Blog: juanraulalamo.blogspot.com
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31 de octubre de 2019