miércoles, 26 de febrero de 2020





LOS PAPELITOS DE MI AMOR

¡Poco a poco! y ¡uno a uno! fueron apareciendo. Pensamientos tras alegrías en diferentes lugares de la casa y me fueron llenando de sorpresas. Me activaron para encontrarlos como: “Minero buscando oro en los causes del Rio Carrao”, — me motivaron a desconectar la desentendida e inentendible soledad y vivir en búsqueda de un nuevo mensaje oculto, que me divirtiera el alma rota.

Todo comenzó a finales de junio de 2019, cuando mi amada esposa viajó a España por razones de salud, lo cual me dejó: “más solo que la una”, lo que no es fácil para nosotros los del “sexo débil”. —Soy de familia numerosa y desde muy pequeño he estado rodeado de padres, hermanos, compañeros de clases, amigos; luego hijos, colaboradores y ahora de nietos, y de verdad no soy un gran fanático de la amiga soledad.

Me tocó hacer yo solo lo que normalmente le enseñaban prioritariamente desde la infancia a las niñas de mi generación. Como: lavar, secar, planchar, doblar, ordenar, cocinar, coser, limpiar; aunadas a las labores diarias de trabajar en la oficina, hacer deporte, mantenimientos, mi nuevo entretenimiento de escribir y pare usted de contar, ¡creo que la cabellera se me puso más blanca!.

Unos días después de su partida empezaron a aparecer papelitos de 15x10 de color amarillo claro, con una cintilla superior de cuadritos multicolores, escritos a mano con linda letra, que sabiamente dejó el amor de mi vida, escondidos con premeditación y alevosía en todos los recovecos “habidos y por haber” de nuestro hogar.

Los papiros imaginarios me convirtieron en un “Sherlock Holmes” tras su búsqueda (dentro de libros, en la zapatera, entre platos, debajo del colchón, en el bolsillo interior de un flux…)  y cada encuentro por “goteo” me llenó de mucha ilusión, pues luego de volver a mi hogar incompleto después del trabajo del día, me ocupaba en las tardes el “juego en silencio y a la distancia”, que me permitió retomar mi ilusión con la vida en soledad y hacer más amable el estar solo y saber que aunque en la lejanía, —el reencuentro sería inevitable y fortalecería nuestra relación de más de 35 años, desde que nos conocimos en una playa del oriente de Venezuela y que con tan solo 7 meses de novios hasta que le propuse matrimonio a mi alma gemela,  nos permitió (hasta ese momento) traer al mundo a 3 hijos y a 3 nietos.

Cada uno de los “aparecidos” me permitió estudiar y sacar conclusiones y lecciones, que muy conscientemente me motivo a dilucidar y compartir con mucho cariño:

- Papelito 1: “Hola amor: busca en mi closet, una carpeta blanca para así te deleites con escritos de nosotros a través de los años de casados. ¡I love You!. Te extrañare.” (Con carita feliz incluida).

¡Aquí empezó la casería!, me convertí en “sabueso ingles” de la monarquía que buscaba su presa y olía a la distancia “papel bond” con locura. Este primer encuentro me permitió volver a leer de dicha carpeta, escritos amarillentos (por el paso de los años) y recordar muchos secretos bonitos que nos hemos autodedicado, como humilde pareja exitosa durante tantos lustros y lunas de nuestra exitosa vida conyugal.

- Papelito 2: “Lo que nos parecen pruebas amargas, son a menudo bendiciones disfrazadas” ¡I love You!.  (esta vez sin carita feliz incluida).

¡Y era verdad! Estar solo al inicio me socavó la existencia, pero pronto llegó a acompañarme (por idea de mi hija mayor), mi etapa literaria que me llenó de compañía, creatividades, autodesarrollo, retos imaginaciones y fantasías que trajo a mi vida un gran aprendizaje, satisfacción y reconocimiento por muchos de mis amables y críticos lectores. — “En fin no hay mal que por bien no venga diría un refranero…”

En algún lugar de la mancha…, luego mucha búsqueda, apareció un nuevo toque de sabiduría:

- Papelito 3: “Aunque sacudas con fuerza el reloj de arena, cada gramo caerá a su tiempo”. ¡No fuerces nada! Todo llega…

Un himno a la verdad verdadera y al “aquí y al ahora”, que es un elemento imprescindible en la vida para lograr la paz interior que todos necesitamos, —me llegó como relajante “baño de agua caliente en bañera de burbujas”.

- Papelito 4: RELAJATE: “Hay cosas que llevan su tiempo y otras que el tiempo se lleva”.

Continuaba la aparición de papelillos llenos de apoyo al solitario hombre de la pradera… esto me hizo recordar que de niño mi padre me enseñó que: — “a los niños los días le parecen cortos y los años lentos, pero irremediablemente cuando adultos los días son largos y los años cortos”.

- Papelito 5: ¡Todos los días tengo que agradecer “el tenerte”! y admiro en ti todo lo que he aprendido, pues me has enseñado grandes cosas! I love you (con besito incluido).

Con este se me “aguó el guarapo” diría un venezolano. La palabra “agradecer” es de las más bellas que Dios nos puso a la orden del día, para que notemos que todo tiene una razón de ser y que solo llega tras un esfuerzo dedicado en lo  físico o espiritual. Todas mis neuronas se vieron recompensadas al ser bien correspondido. ¡Un honor bella damisela!

- Papelito 6: ¡Nadie es más feliz que aquel que sabe disfrutar de su propio espacio sin sentirse solo!.
¡Cosa difícil, pero mágica! 

Nacemos unidos a un cordón umbilical; no sentirse solo en largos períodos es tan difícil como subir al Everest. La lección de la soledad, llenó mi existencia de nuevas experiencias, conocimientos, sabiduría y sobre todo conocimiento sobre mí mismo, que nunca me detuve en pensar que eran enfrentables y superables con creces.  

- Papelito 7: Hola, tu universo equilibrado está positivamente, la Ley de la Atracción siempre responde, ¡se repetitivo! ¡Desea y cree!

Tan existente como la Ley de la Gravedad postulada por Sir Isaac Newton, es la Ley de la Atracción. Creemos profundamente en que sin esta ley no hubiésemos construido una bella y armoniosa vida conjunta que nos ha llenado de proyectos y logros de todos los tipos en consonancia con la existencia. —Siembras trabajadas con amor, para dejar frutos bonitos y pintones como los que da la tierra que elegimos para vivir.

- Papelito 8: La vida y el tiempo son nuestros mejores maestros. La vida nos enseña a aprovechar el tiempo y el tiempo nos enseña a valorar la vida…

Maestros tenemos durante toda la vida, es un honor el haber aceptado el conocimiento de cada uno de ellos y aplicarlos a tu buen criterio para lograr convertirte en un ser humano lleno de experiencias enriquecedoras durante el tiempo que nos permita la vida existir. 

- Papelito 9: ¡Hola corazón! ¡Soy una sorpresa si!. Desde los lejos expreso que te quiero  mucho.

Sencillo pero agradable. Las cosas de la vida nosotros las convertimos en lo que queramos que sean. —Las sencillas en complicadas o las complicadas en sencillas, solo se trata de la actitud positiva  con que enfrentemos las situaciones que se nos van presentando. 

- Papelito 10: Métele amor al caos y veras como todo se ordena.

Aquí la Ley de la Entropía que se aprendió en la materia de Físico-Química en mi carrera, llegó a mí perturbar mi soledad. Definitivamente todo (aunque no hagamos nada para ello) tiende hacía el desorden. Si además nos ponemos del lado del Caos, pues las cosas entrarán en un estado profundo e irremediable de desorden que impedirá su ordenamiento lógico, —aunque si por lo visto, sí le agregas amor, las cosas tenderán a equilibrarse, por su magia intrínseca.

- Papelito 11: Eres un imán viviente, lo que atraes a tu vida está en armonía con tus pensamientos dominantes.

¡Sencillo pero contundente! La Ley de la atracción vuelve a entrar en acción y nos permite concentrarnos en una serie de pensamientos que nos lleva por el correcto cause de la vida que confluyeron en el estuario de volver a ver a mi amor. 

- Papelito 12: Se fuerte, nada es permanente, todo es temporal. Cada cosa pasará, no te desanimes, tú haces de tus días lo que tú quieras que sean. Vívelos. Sonríe. No decaigas, falta poco.

Una  buena dosis de vitaminas me llenaron de energía vital. Nada como un buen espaldarazo, apoyo, amor propio  y motivación, para no decaer en los momentos difíciles.

- Papelito 13: No Llenes tu cabeza con preocupaciones, porque entonces no habrá espacio para otras cosas maravillosas. ¡Pronto nos vemos!.

¡Casualidades de la vida!, fueron 13 “los Papelitos” del bello “juego en silencio y a la distancia”, todos y cada uno de ellos llenos de pensamientos, apoyo, confidencialidad y sabiduría. Fue un día 13 de abril en que nos unimos en matrimonio en el año 1984 y a aun este cuento de amor y de proyectos conjuntos está a todo motor, —se logró unir nuevamente luego de 107 días de separación y nos como premió con el nacimiento de dos nuevos nietos bellos, esta vez fuera de Venezuela, en Cork-Irlanda y en Valencia-España con tan solo 55 días de diferencia, para así estar siempre listos para reflexionar, apoyar y compartir con la familia momentos tan importantes y trascendentales de una forma integral y así poder seguir preparando y entregando un bello legado, lleno de ejemplos de existenciales.


Escrito por: Juan Raul Alamo Lima y Marina Rodriguez.
El Hatillo – Venezuela | Categoría: Relato
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26 de febrero de 2020

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